Emmanuel Macron ha tomado la decisión de desarrollar una lotería nacional destinada a conseguir fondos para salvar varios millares de monumentos amenazados. En su día, la catedral de Notre Dame, uno de los monumentos más relevantes de la arquitectura religiosa de nuestra civilización, se vio forzada a apelar a la beneficiencia cosmopolita, para poder pagar su restauración.
Hace meses, la legendaria iglesia de Saint-Germain-des-Prés, se dio a la tarea de recurrir a una subasta benéfica, con el mismo fin. El Estado sigue prestando protección financiera a unos 44.000 edificios (14.000, clasificados como monumentos nacionales, 30.000 inscritos en el patrimonio nacional). Pero… más de 9.000 de entre ellos están amenazados o corren riesgos de muy diversa naturaleza.
Entre ese patrimonio histórico amenazado, las iglesias cuentan con un puesto muy particular. Catorce iglesias parisinas, 313 iglesias en toda Francia, se encuentran en riesgos graves de deterioro creciente. El caso de la catedral de Notre Dame, en el corazón histórico y cultural de París, es el ejemplo canónico más dramático: ha sido necesario recurrir a la benevolencia internacional, fundamentalmente norteamericana, con el fin de conseguir fondos, con urgencia.
Se trata de realidades de inmenso calado, cultural, político y presupuestario, que ningún presidente de Francia ha tenido la capacidad de abordar con claridad, desde hace años. Emmanuel Macron ha comenzado un proyecto sin precedentes: el Estado desarrollará una lotería nacional, cuyos fondos estarán consagrados a la protección del patrimonio nacional, en peligro.
El presidente ha nombrado a un presentador de televisión, Stéphane Bern, para “pilotar” las operaciones de salvamento y restauración, tratando de coordinar y dar “visibilidad audiovisual” a una gran operación nacional en la que intervienen Françoise Nyssen, ministra de Cultura, Stéphan Pallez, presidente de la Française des Jeux (Lotería nacional), y Guillaume Poitrinal (presidente de la Fundación del patrimonio nacional), que han firmado en el Elíseo el protocolo administrativo, empresarial y presupuestario del proyecto.
Primer sorteo
Luego del proceso de estudio y puesta en marcha, el primer sorteo de la nueva lotería del patrimonio nacional deberá celebrarse el 14 de septiembre próximo. El Estado estima lograr unos 20 millones de euros en ese primer sorteo. Seguirán muchos otros, claro está.
Antes siquiera de comenzar a funcionar, la nueva lotería del patrimonio ha despertado un interés fuera de lo común. Ya se han presentado unos 1.800 dosieres de monumentos amenazados, en toda Francia. Los expertos del Ministerio de Cultura han comenzado a estudiar y desbrozar ese campo de ilustres ruinas necesitadas de socorro urgente.
Especialista emérito en el periodismo rosa más tradicional y respetable, Stéphane Bern será el responsable de lanzar una gran campaña audiovisual, destinada a sensibilizar a la opinión pública ante un drama nacional que nadie había deseado abordar con claridad desde hace años.
En el Ministerio de Cultura existen, desde hace muchos años, varios departamentos especializados, responsables del estudio y problemas del patrimonio nacional. En su día, las muy piadosas jornadas del patrimonio consiguieron una suerte de «sensibilización perversa», precipitando un turismo de masas de nuevo cuño. La nueva lotería del patrimonio nacional tiene un objetivo poco heroico pero deseablemente sustancial: «aliviar» a los Presupuestos del Estado, para poder prestar socorro económico de urgencia a un patrimonio histórico amenazado.
Foto: Al Jazeera